Naturalmente que sí causa atracción. Hay estudios al respecto ya desde hace tiempo.
En realidad se trata de uno de los caracteres sexuales secundarios de los hombres: la tendencia a acumular tejido adiposo en la zona media del cuerpo. Entre los gays se ha creado una categoría de personas, la de los osos, que cultiva el vello corporal y en general la barriga (exceptuando algunos ‘musclebears’, que sacan a la luz los abdominales).
Recuerdo un día en el que entré en una disco gay de mi ciudad y encontré a un chico a quien no veía hace tiempo. Le pregunté que cómo estaba, a lo que me respondió, acariciando un vientre visiblemente más hinchado de lo que lo tenía: "estoy mejor que nunca; ahora que trabajo de carnicero no paro de comer filetes, y mira que pedazo de barriga tengo, estoy tan orgulloso de haber conseguido este tamaño!"
Y un buen amigo mío, fanático de las buenas barrigas (mas aún si hay una buena masa muscular en todo el cuerpo) me aseguraba hace poco que si algún día saliese con un tío gordo y éste se pusiese a dieta para adelgazar, esto acarrearía consigo tal descenso del atractivo sexual de su pareja que tendría irremisiblemente que dejarlo.
Incluso me llegó a comentar una práctica parasexual de moda entre los adoradores de barrigas más acérrimos: uno de ellos (el ‘feedee’ o alimentado) es nutrido a base de todo tipo de viandas y comidas por uno o varios ‘feeders’ o alimentadores, a lo largo de toda una sesión-cuchipanda. A medida que el alimentado va ingiriendo más y más alimentos, la excitación de los alimentadores va aumentando; cuando el primero no puede más incluso se puede usar un embudo para hacerle tragar alguna papilla. Al final, la excitación es tal y tanta la atracción que les causa la barriga a punto de reventar, que comienzan las relaciones propiamente sexuales.
Hay gustos para todos, está claro…
Os dejo algunos enlaces por si queréis echar un vistazo a algún grupo de osos (no son enlaces porno):
(club gallego de osos)
http://www.musclebearz.com/ (página de musclebears u osos musculosos)
(página del conocido encuentro Guadalkibear, en Sevilla)