Estimado Tommyg:
Creo que estás evolucionando en tu sexualidad, lo que te pasa es simplemente el crecimiento y parcial dominio de tu genitalidad. Podríamos decir que el hombre en sus inicios sexuales en fundamentalmente un donador de esperma. De allí que al inicio de nuestra sexualidad, solo nos interese eyacular tanto y cuanto podamos, y donde el placer consiste en evacuar todo el semen que contengan nuestras vesículas seminales.
Mas tarde, cuando ya hemos madurado en nuestras relaciones, nace la necesidad de conocer más y tratar de prolongar más el período de placer que provoca el climax de la eyaculación.
Hemos aprendido para ese tiempo que, una vez que hemos eyaculado, inmediatamente después, se nos presenta un período de refracción, que nos impide seguir exigiendo a nuestro sexo de seguir copulando o más prosaicamente, de seguir eyaculando.
Entonces para no sentir esa refracción, tratamos de prolongar el placer pre eyaculatorio, sin llegar a este, ya sea deteniéndonos casi en la cumbre del placer, pero tratando de no caer en el punto de “no retorno” que es aquel punto que, una vez sobre pasado, la eyaculación ya no es posible de impedir, por más esfuerzos que se hagan y que su intento, solo traerá como consecuencias dolorosas contracciones muy poco placenteras.
Es allí donde el conocimiento y control de la eyaculación, nos brinda un nuevo placer desconocido y producto de ese aprendizaje; poder sentir las pulsiones de un orgasmo algo disminuido en su intensidad, pero con la enorme ventaja de no eyacular el semen tan celosamente guardado. La verga nos quedará latiendo y pulsando como si estuviéramos eyaculando, más si el control es efectivo, solo saldrán como mucho alguna gota de fluido lubricante, mas no semen.
¿Cual es entonces esa ventaja?, pues al no vaciar la cápsulas seminales, y conservar su contenido. Al cabo de algunos instantes volveremos a tener intactos los deseos de seguir disfrutando del placer pre eyaculatorio sin que se presente la tan temida refracción, y poder mantener la rigidez de nuestro miembro, como así la posibilidad de producirnos reiterados pre orgasmos, tantos como seamos capaces.
He leido en uno de los libros del Dr. Kinsein que; un hombre logró tener 27 pre orgasmos en un día, más en cuanto a mi experiencia personal, yo he logrado tener 7 pre orgasmos en el curso del día, y en la 8ª oportunidad, no pude resistir el control y eyaculé de un modo tan intenso como copioso.
Hoy normalmente practico tres o cuatro pre orgasmos diarios, y solo eyaculo en términos generales una vez por semana, ya sea solo, o acompañado con mi mujer (no se, si me explico)
Lo recomiendo ampliamente, aunque la curva de aprendizaje es un tema, absolutamente personal y dependerá del grado de concentración y control que se ponga, y es el resultado de la practica intensa.
Solo puedo decir que al principio serán más los fracasos que los éxitos, y que al principio se podrá llegar a pensar que dicho control no se logrará, pero llegará un día en que nos sorprenderemos muy gratamente.
Una recomendación más; si al cabo de varios intentos, empezáramos a desarrollar un intenso dolor de testículos, no suframos más y eyaculemos todo lo que haga falta para no seguir sufriendo. Otro día con más calma podremos volver a intentar.
Definitivamente; cualquier hombre puede si lo intenta, ser un hombre multiorgásmico.