Hola Paco,
¿Alcanza tu mujer el orgasmo en esos prolongados polvos? Si es así, ¿Cuántas veces?
Hace muchos años mi primera esposa se quejaba de que yo era muy rápido y realmente lo era (además de decirme que tenía el pene muy pequeño, pero esa es otra historia), no propiamente precoz pero tendía a terminar pronto con el asunto. Pienso que la razón central era mi mala relación con ella. Leyendo sobre temas de amor taoísta y tántrico conocí diversos ejercicios -entre ellos los kegel- que me llevaron a un control casi absoluto de la eyaculación.
Por otra parte tuve algunas amantes extra-maritales con diversos gustos. No diría que en todos los casos, pero en forma general las mujeres que he conocido tienden a disfrutar de polvos prolongados y bien ejecutados que les permitan la oportunidad de tener varios orgasmos. No exagero si te cuento que he llegado a mantener erecciones durante polvos de dos horas. Con una amiga en particular -muy caliente- conté 6 orgasmos en el curso de dos horas. He mantenido sesiones más prolongadas, unas 9 horas (con intervalos cortos de flacidez para intercambio sanguíneo), antes de tener hijos, con mi actual esposa; ella tenía la costumbre de anotar los polvos y sus orgasmos en su agenda-diario con unos símbolos de su invención. En una oportunidad, registró 9 orgasmos en el curso de unas 5 horas. Esta habilidad que llegué a desarrollar me trajo halagos de mis amantes, primero, y luego, de mi actual mujer hasta el punto en que llegué a sentirme una suerte de atleta sexual. Se me hinchó el ego.
Actualmente, luego de dos embarazos, mi mujer (le he sido absolutamente fiel en 5 años juntos) no disfruta igual de los polvos prolongados, cosa que atribuimos a algunos cambios hormonales pues hace tres meses tuvo su último parto. A veces me pide acabar más pronto, cosa que hace amorosamente. Es frecuente que mi muy copiosa sudoración le produzca alguna molestia, principalmente frío, caso en el cual adopta alguna posición en la cual mi chorro continuo de sudor no la perturbe (generalmente “en cuatro”, o “perrito”). Aunque ya sé que luego de haber conseguido su orgasmo no está disfrutando igual del polvo, colabora conmigo hasta que acabo. Desde que aprendí las disciplinas que te mencioné, es poco frecuente que logre acabar en menos de 30 min., aunque puede suceder. Aparentemente quedé “entrenado” de esta manera.
Cuento esta larga historia para plantear varias cosas: 1) La capacidad de retardar (y aun evitar) la eyaculación es el objetivo central de algunas disciplinas antiguas y modernas, por considerarse muy deseable, tanto para el hombre como para la mujer. 2) Es muy posible que la “falla” se encuentre en ella y no en ti, aunque debes observar y conversar con ella: si tu técnica de estimulación, ritmo y variación la satisfacen, por ejemplo. 3) Existen distintas actitudes acerca de la duración del polvo en distintas mujeres, e incluso, distintas actitudes en la misma mujer, dependiendo de las circunstancias. 4) Debes conversar con ella en búsqueda de una solución y para tratar de determinar si tiene ella alguna dificultad en alcanzar el orgasmo (cosa que sospecho), con el objeto de corregirla. 5) Si es el caso, explorar con ella la posibilidad de proporcionarle (que ella logre) múltiples orgasmos en esos polvos maratónicos. Dudo mucho que si ella encuentra el placer de orgasmos prolongados, repetidos y/o múltiples, le ponga mucha atención al tiempo transcurrido o a la cantidad de tu sudoración. En mi opinión debería construirte una estatua en la plaza mayor. Por tu narración pareciera que encontraste la Piedra Filosofal y ella se sacó el gordo de la lotería, pero ¡Todavía se queja!
Muchos saludos y síguela follando hasta que aprenda.
P.D.: Camarón tiene una buena sugerencia, agrégale unas caricias durante ese tiempo de recuperación.