A lo largo del tiempo que llevo aquí he visto varias veces surgir discusiones, reclamos y discrepancias acerca de la edición de los posts.
Ultimamente, un nuevo episodio me llevó a preguntarme:
¿de quién son los posts?
¿Puede uno exigir un tratamiento particular para algo que escribió?
El tema es casi filosófico (algo bastante poco apropiado para un foro de faloculturistas) pero merece algunas consideraciones.
Legalmente, una carta pertenece al destinatario. Quien recibe la carta dispone si la lee, la guarda o la tira. El autor de las líneas no puede hacer nada al respecto.
Asumiendo que un post es comparable a una carta, una vez que uno aprieta “mandar respuesta” se desprende de sus palabras y de su destino. Por eso es tan importante recordar el refrán “Palabra y piedra suelta, no tienen vuelta”.
Ahora bien, ¿quién es el destinatario de los posts? En nuestro caso es Thundersplace, la comunidad toda; en la práctica los moderadores -que administran el tráfico de posts- tienen la potestad de disponer de los posts (exhibirlos, borrarlos, corregirlos, cerrarlos, etc) sin tener que dar -legalmente- explicaciones a nadie. Es como que al escribir un post, uno cede el “copyright” al foro donde lo publica. Es autor, pero no es derechohabiente.
Sin embargo, aunque legalmente no haya reclamos, moralmente puede haberlos.
Uno puede “moralmente” exigir una explicación por sentirse ofendido, o puede pedir disculpas por haber ofendido. Al fin y al cabo es el nombre de uno que queda vinculado al texto escrito.
Por eso es importante escribir a conciencia. Uno expone su nombre al mundo entero -como su foto en Facebook- y no puede hacer nada más. Queda a merced del destinatario.
El pintor Fulano firma su tela, la vende, es un cuadro de “fulano”, pero si el dueño quiere lo corta a navajazos.
Nuestros posts, de hecho, son de Thundersplace.