En vista de que el tema de la multiorgasmia se pone caliente, les contaré un poco de mi experiencia al respecto. Les aclaro que aún no creo dominar por completo la técnica de la contracción por kegel en el punto de no retorno; pero poco a poco voy progresando. Algún día llegaré a ser todo un experto, ¡estoy seguro! :)
Hace algunos meses descubrí que los hombres también podemos ser multiorgásmicos. Obviamente, me interesó bastante, no sólo por la posibilidad de obtener más satisfacción personal, sino también para poder durar más en la cama y satisfacer mejor a mi pareja. Así empecé a buscar información al respecto. Una de las primeras cosas que hice fue comprar el libro “Cómo hacer el amor toda la noche”. Empecé a leerlo y me di cuenta de que de 200 páginas, si acaso 20 eran de utilidad, (el resto era pura basura motivacional y testimonios de hombres multiorgásmicos). Entonces, tan pronto extraje la teoría escencial, me inicié haciendo los ejercicios.
Al principio, empecé practicando cuando me masturbaba. Frustrante pues, cuando trataba de apretar, comoquiera terminaba eyaculando. Poco a poco fui ganando fuerza en mis músculos PC y BC y luego ya no eyaculaba. Sin embargo, el placer no era comparable al de un orgasmo con eyaculación, aparte de que perdía mi erección y, por consiguiente, abandonaba el ejercicio decepcionado.
Alguien me comentó que lo importante del asunto es hacer el kegel en el MOMENTO PRECISO y con BASTANTE FUERZA. Si aprietas después de tiempo, habrás eyaculado. Por el contrario, si aprietas antes, te vas a quedar sin el placer del orgasmo, o sea, no te va a saber a nada. ¿Por qué? Porque la eyaculación tiene 2 fases que es necesario identificar. La fase contráctil y la fase de expulsión. En la primera ocurren las contracciones involuntarias del orgasmo; en la segunda, la expulsión del semen que nos hace sentirnos satisfechos (y cansados). Ambas fases están distanciadas entre sí por un lapso de tiempo muy breve y por eso estamos acostumbrados a creer que el orgasmo y la eyaculación van de la mano. Pero no es así. Si logramos apretar justo en la fase contráctil, tendremos un “orgasmo seco”.
En un principio, para mí este tipo de orgasmo no era tan satisfactorio como uno con eyaculación. Mas con el tiempo, empezaron a ser más intensos y aparte con la ventaja de que el segundo era más fuerte que el primero, y el tercero aún más. Del cuarto en adelante, eran un poquito más suaves, pero siempre tenía la opción de terminar eyaculando.
Quizás una de las mayores críticas que ha recibido esta técnica, es el tener que ser milimétricamente exacto para hacer el kegel. Pero toma su tiempo aprender. Al inicio, les recomiendo practicar de rodillas o de pie, así es más fácil que acostado. Yo aún no puedo acostado bocarriba.
Algo importante que hago notar es que, tan pronto aguantan la eyaculación, el pene va a perder un poco de erección. Quizás baje como a un 50%, pero tienen que SEGUIR ESTIMULÁNDOLO para ganar de nuevo la poderosa dureza del 100%. En este sentido, estoy conciente de mi debilidad, a veces no puedo ya conseguir la segunda erección, otras sí. Imagino (y espero) que sea cuestión de tiempo.