engrosamiento del pene
Hay varias formas de engrosar el pene no manuales:
Lipoimplante Peneal: Se realiza con anestesia local y consiste en extraer primero grasa de zonas como el abdomen mediante Liposucción. Esta grasa es procesada y posteriormente inyectada debajo de la piel del pene desde la raíz del mismo. La grasa se reparte en toda la longitud del pene salvo por su zona ventral (la que está en contacto con los testículos) y en la piel del prepucio. Con esta técnica se cubren las 3/4 partes de la circunferencia del pene y se consigue un aumento promedio en el perímetro de 1,25 cm. Se debe esperar un mínimo de 3 a 4 meses para evaluar resultados y repetir más inyecciones.
Como resultado del engrosamiento, en pacientes no circuncidados, los pliegues de piel resultantes del desplazamiento del prepucio (para descubrir el glande) serán más gruesos.
Injerto Dermograso: Se realiza con anestesia epidural o raquídea y consiste en “forrar” las 3/4 partes o todo el perímetro del pene con un injerto compuesto de dermis y grasa. La porción de dermis+grasa necesaria se suele obtener de los glúteos en la porción inmediatamente superior a los pliegues glúteos. Esta extracción deja una cicatriz que suele quedar escondida en dichos pliegues y que con el tiempo pasa desapercibida si la cicatrización es correcta. La porción de dermis+grasa obtenida se utiliza para forrar el perímetro del pene colocandolo bajo la piel. A esta zona se accede a través de la piel del prepucio si no hay circuncisión, o a través de la zona de piel sobrante si hay circuncisión. En ambos casos la cicatriz queda oculta. En ocasiones puede ser necesaria una segunda incisión a nivel de la raíz del pene para mejorar la colocación del injerto. Aunque no es obligatorio, si el paciente no está circuncidado se recomienda realizar circuncisión en la misma operación para mejorar el resultado estético y funcional. Con este procedimiento se consiguen engrosamientos más permanentes y predecibles y porcentajes de prendimiento mayores que con el Lipoimplante Peneal.
Dermis acelular: El procedimiento emplea como material de relleno unas láminas de dermis (capa de soporte de la piel) porcina o de donantes a la cual se le ha desprovisto de todo tipo de células, quedando exclusivamente el componente de fibras. La implantación se realiza del mismo modo que con los injertos dermograsos, con la ventaja adicional de no crear cicatrices extras al no haber zona donante. Aunque no es obligatorio, si el paciente no está circuncidado se recomienda realizar circuncisión en la misma operación para mejorar el resultado estético y funcional. Este procedimiento es muy útil y con buenos resultados, probablemente superiores a los el injerto dermograso y el lipoimplante, pero es relativamente novedoso y no existe experiencia clínica suficiente como para avalar su uso rutinario.
Saludos