El aceite Johnson’s es un 99% aceite mineral, en otros productos aparece como petrolatum, parafina y con otros nombres diversos. El aceite mineral se comenzó a usar en las propias refinerías petrolíferas, los obreros usaban este derivado del petróleo para proteger sus manos de las duras condiciones de su trabajo.
El petróleo es un producto natural
Por otro lado el petróleo tiene muy mala prensa, tan oscuro, tan contaminante del mar, no sería lo que usaríamos en nuestra piel. Aún así he de decir que es un producto natural, si, en serio, el petróleo se forma de manera natural en el subsuelo de nuestro planeta y por ende el aceite mineral también es un producto natural.
Hasta aquí todo claro pero… ¿cómo funciona este aceite en nuestra piel? Generando una capa muy poco penetrante en nuestra dermis. Es un aceite con escasa compatibilidad dérmica, se queda en la piel, no penetra. Esto es bueno si queremos aislarnos del exterior, de las duras condiciones que puedan lastimar nuestra piel, como hacían los obreros de las refinerias y plataformas extractoras de petróleo, pero muy poco apto para permitir el intercambio natural de la piel.
La piel respira, es un hecho, y con ella emitimos al exterior multitud de desechos, todos sudamos de forma continua, incluso cuando no nos damos cuenta. Parece muy poco inteligente bloquear este intercambio entre nosotros y el medio ambiente, sería como enfundarnos en un guante de latex de forma constante.
Por otro lado es un aceite poco nutritivo, su escasa compatibilidad dérmica hace que sean otros productos mejores opciones. No nutre la célula de nuestra piel como puede hacerlo un aceite vegetal más compatible con la piel. Por eso cuando nos aplicamos el aceite Johnson’s se queda de forma continua una película grasa en nuestra piel ya que su absorción es muy lenta y nunca llega a absorverse del todo.
Y si es así, ¿por qué una empresa como Johnson’s and Johnson’s utiliza aceite mineral cuando hay mejores opciones? Sencillo, es muy muy muy barato y no se estropea nunca.
En 2009 se notificó a la compañía Johnson’s and Johnson’s que algunos de sus productos contenían varios componentes peligrosos. En sus champúes encontraron dioxano y formaldehido. Estos componenetes no aparecían entre el listado de substancias que habitualmente aparecen en la etiqueta del producto ya que según la empresa sus cantidades eran muy pobres. Aún así informaron de que eliminarían estos compuestos. Y es verdad, los han eliminado, ¡¡¡en 2013!!! No me parece un comportamiento muy ético de una empresa que se dedica a elaborar productos para bebés.
Y entonces, ¿qué uso?
aceites vegetales.
No recomiendo, en un principio, aquellos que puedan generar sensibilizaciones como puede ser el aceite de germen de trigo y el de otros cereales, por otro lado muy grasos y con un olor poco agradable.
Una buena opción sería utilizar una mantequilla vegetal, bien karité, manteca de cacao, mango, kokum, Rosa de mosqueta.
. Aceite vegetal con aloe vera