Los en V ya me van saliendo.
(Sleyter, ves cómo te acuerdas? Letsgrowit, son esos que dices, sí. Qué pasada, Sleyter! Me has recordado aquellos momentos en que iba con unas pocas pesetas en el bolsillo para comprar algunas chucherías -lambonadas, lambetadas- a la tienda de la esquina. También compraba canicas (bolas), y había unas que se llamaban canicas opacas que eran blancas, con veteados de colores. Ésas y las metálicas, que parecían bolas de cañón diminutas, eran las más apreciadas y las que cambiábamos más entre los colegas de clase).