Penetración superficialLa primera recomendación es que antes de iniciar la penetración, frotes tu glande contra su clítoris, sosteniendo el pene con tu mano para guiarlo hacia el punto exacto. Esta es una caricia suave y efectiva que despierta aún más los sentidos de la mujer, haciendo que anhele la penetración. A continuación, inicia la penetración de manera lenta y prolongada entrando solamente dos o tres centímetros en la vagina. Entra dos o tres centímetros más, y luego retrocede hasta la entrada de la vagina, sin retirar el pene por completo.
Repite esta secuencia las veces que creas necesarias, o hasta que tu pareja te suplique que entres más profundamente… Puedes aumentar la velocidad de la penetración superficial también.
La penetración superficial es eficaz para estimular el punto G, en especial, utilizando la posición sexual del hombre detrás de la mujer, porque permite el contacto con la pared anterior de la vagina, que es donde se encuentra esta zona erógena femenina. Si estás penetrando desde la posición del misionero (hombre arriba), tu compañera puede colocar una almohada debajo de sus caderas y colocar sus piernas sobre tus hombros. Así, el ángulo de penetración hará que puedas estimular la pared anterior de la vagina más fácilmente. Existen otras posiciones sexuales que también ayudan a estimular el punto G.
Penetración profunda
Existen dos tipos de movimientos para la penetración profunda: movimientos largos y movimientos cortos. Los movimientos largos y profundos ocurren cuando, tras realizar una penetración superficial, te sumerges en las profundidades de la vagina hasta llegar cerca del cuello del útero. En los movimientos de penetración cortos y profundos, el pene ya se encuentra cerca del cuello uterino, y el hombre lo retira hacia atrás sólo unos pocos centímetros, mientras permanece en lo profundo de la vagina.
El movimiento corto y profundo es muy efectivo para controlar la eyaculación, en cambio, el largo y profundo aumenta el nivel de excitación del hombre. Todos los movimientos profundos pueden ser muy estimulantes para la mujer, ya que cerca del cuello del útero se encuentra otra zona receptiva al placer, llamada zona del fórnix anterior (zona AFE), muy similar al punto G en cuanto a grado de sensibilidad sexual. Sin embargo, al igual que sucede con el punto G, hay muchas mujeres que nunca se han conectado con las posibilidades sensuales de ambas zonas.
6 recomendaciones útiles con relación a la profundidad de penetración:
-Cuando utilizas la posición del hombre arriba de la mujer (posición del misionero), si eres hombre, serás la parte activa para controlar la profundidad de la penetración. Si, en cambio, eres mujer y estás encima del hombre, serás tú quien gradúe la profundidad.
-Penetrar de manera lenta y prolongada, tanto en la penetración superficial como en la profunda, te ayudará a controlar tu nivel de excitación, prolongar el tiempo de la relación sexual y controlar la eyaculación rápida.
-Recuerda penetrar en diferentes direcciones, y no sólo en un movimiento de dentro y afuera.
-Los movimientos profundos extraen el aire de la vagina con lo que se crea un vacío placentero que se intensifica con los movimientos superficiales. Para no romper ese vacío, evita retirar por completo tu pene fuera de la vagina, y quédate como mínimo unos dos centímetros dentro de ella.
-Si la excitación es muy alta, puedes detener los movimientos de penetración por unos momentos, antes de que la eyaculación sea inminente, y luego retomar los movimientos. Al reiniciar, pueden remontar hacia nuevos niveles de placer.
-Recuerda también que la vagina es más sensible a la presión y a la sensación de llenura, que a la fricción. Por ello, puedes variar también la intensidad de la presión contra las paredes vaginales, desde un roce muy suave y sutil, hasta un contacto que realmente empuje contra la vagina.
Fuentes:
Chang, Jolan (1993). El Tao del amor y el sexo.