Amigos a continuación les copio el artículo que mencioné haber visto publicado y les pasé el vínculo para verlo.
Resulta que me parece interesante el comentario y a veces sucede que pasa un tiempo y desaparece el archivo y nos quedamos con las ganas de leerlo.
Espero les sirva.
Saludos.
Estudios afirman que los hombres consultan más que las mujeres sobre sexualidad, en una relación de 10 a 2. Pero la consulta suele venir luego de largas demoras: un varón tarda un promedio de dos años para consultar por un problema de alcoba. Las razones son claras: los hombres no fueron criados para desnudar sus carencias, sino para ventilar sus conquistas. Así y todo, cada vez más varones se animan a desafiar el paradigma.
No muchas personas tienen acceso a la intimidad más preciada de hombres y mujeres. El sexólogo y psiquiatra Adrián Helien es uno de esos privilegiados. Helien está a cargo de la atención psicológica del sector de Disfunciones Sexuales del Hospital Durand y vive escuchando historias de dudas, derrotas, conquistas.
“Los hombres llegan a la consulta por síntomas que tienen que ver con disfunciones sexuales. En los jóvenes prevalece la eyaculación precoz; a partir de los 40 aumenta la consulta por disfunción eréctil. Lo novedoso es que cada vez aparece más en las consultas la disfunción del deseo; es decir, los varones que no tienen ganas”.
La falta de deseo es el problema sexual que más se expande en los países centrales. Dicen los expertos que hoy emocionan más el dinero y los bienes materiales, mientras que los espacios de placer sexual se siguen restringiendo.
Algunos preguntarán: ¿falta de deseo en un mundo erotizado? Los expertos responden: abundan los cuerpos desnudos, las provocaciones y las fachadas. Pero en general no son más que eso: fachadas. Al mismo tiempo, arcaicas concepciones y exigencias continúan pesando sobre la psiquis masculina. Por ejemplo, el mandato de ser Superman en la cama es tomado al pie de la letra por muchos hombres, que así permanecen ignorantes de sus propios gustos y necesidades.
Los más pedidos
El podio de las consultas masculinas más habituales no tiene disputa: eyaculación precoz. Según las encuestas, entre el 5% y el 40 % de los varones la sufren. La eyaculación es la culminación del proceso de excitación del hombre, que va acompañada de un pico de sensaciones placenteras llamado orgasmo y de la expulsión de semen a través del pene.
Este proceso puede ser controlado razonablemente de manera voluntaria. “La definición de eyaculación precoz más aceptada dice que el varón no tiene la posibilidad de elegir el momento en el cual eyacular –dice el sexólogo–. Aunque se están haciendo estudios respecto a cuánto sería el tiempo normal, porque todos los varones quieren saber qué se considera eyacular rápido”.
¿Se trata de un problema orgánico o psicológico?
Dentro de la línea médica hay una teoría que habla de una desregulación de un neurotransmisor (la serotonina) y de algunos receptores, que llevarían al varón a eyacular rápido. Otra línea apunta a que el varón tiene un exceso de ansiedad y mal aprendizaje, por lo que no percibe las sensaciones que le avisan que está por eyacular. Está acelerado en su respuesta sexual y no tiene control.
¿Cómo aprender a controlarse?
El eyaculador precoz es una persona ansiosa. Los tratamientos apuntan a que el varón se conozca. Le tenemos que enseñar a manejar su ansiedad, a que esté relajado, presente y conectado en su relación sexual, para que pueda percibir sus sensaciones y el aviso pre-eyaculatorio.
Lo primero es darle un ritmo más tranquilo a la vida, que se permita tomarse un baño placentero y no urgido por el reloj, que emprenda caminatas largas, que coma más lentamente tratando de saborear mejor las comidas. Por otro lado, también hay una línea de medicación, básicamente antidepresiva, para retrasar la eyaculación. En Europa ya circula un medicamento específico, que el año que viene llega a la Argentina.
La segunda causa de consulta de los varones es la disfunción eréctil, conocida como impotencia. Se la define como la incapacidad de lograr o mantener una erección suficiente para el desarrollo de una relación sexual satisfactoria. Según el mayor estudio sobre Disfunción Eréctil realizado hasta hoy, el The Massachussetts Male Aging Study, el 52% de los hombres de entre 40 y 70 años muestran algún grado de disfunción eréctil; o sea, al menos uno de cada dos hombres de esa edad no alcanza una erección plena.
¿A qué responde una erección?
La erección es la respuesta sexual erótica a estímulos tanto físicos como psíquicos. En la juventud las erecciones pueden darse con muy poca estimulación, pero a medida que pasan los años, la respuesta sexual va cambiando y depende más de los estímulos externos.
Respondemos cuando somos tocados de acuerdo a lo que personalmente excita a cada uno. Todos los hombres tenemos un mapa de nuestro erotismo, que incluye fantasías, I’mágenes, estímulos táctiles, escenarios que nos hacen excitar. Una de las cosas más importantes de la terapia sexual es que la persona reconozca cuál es su mapa y cuáles son sus posibilidades.
¿Qué genera una disfunción eréctil?
Hay causas orgánicas y otras psíquicas. Entre las orgánicas existen factores de riesgo que hacen que un varón aumente sus posibilidades de padecerla (diabetes, hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, el síndrome metabólico, el tabaquismo). Entre las psicológicas figuran la ansiedad, la tensión, el mal aprendizaje y las restricciones respecto de la sexualidad.
¿Cómo se trata?
Primero hay que hacer un diagnóstico. Muchas veces el señor viene por un problema de erección y lo que tenemos que corregir es un montón de factores de riesgo. Otras veces los estudios dan bien, pero aparecen factores no ligados a lo orgánico. Por ejemplo, si tiene un problema eréctil cuando va a tener una relación sexual pero tiene erecciones involuntarias a la mañana, difícilmente tenga un problema físico. Entonces evaluamos si el señor tiene los estímulos adecuados. Si su mujer lo estimula manualmente you oralmente, o si tiene fantasías.
¿Incide el tipo de pareja?
Es muy importante. Los varones pensamos que podemos tener relaciones sexuales con cualquier pareja y no es así. Una relación sexual satisfactoria se juega de a dos, dos que sostienen un puente afectivo y erótico. Hay relaciones de pareja muy destructivas, que no sólo destruyen el diario convivir, también destruyen la relación sexual.
La píldora del placer
Más allá del uso del viagra para tratar la disfunción eréctil, en los últimos años creció su consumo con fines afrodisíacos.
¿El viagra soluciona todas las carencias?
El viagra es una excelente medicación para mejorar el funcionamiento eréctil. Punto. Una cosa es tener una erección, y otra distinta es tener una relación sexual, que es algo más complejo que no se consigue con una medicación. De hecho en muchas circunstancias el viagra no funciona. Por ejemplo, cuando hay un problema del deseo, cuando hay eyaculación precoz, cuando hay un problema de pareja, cuando las hormonas sexuales masculinas están bajas. Funciona cuando se toma para problema médico bien diagnosticado.
¿Por qué lo toman los jóvenes?
Por curiosidad o para tapar una situación de ansiedad. Hay chicos que aún no tuvieron su primera relación y vienen a la consulta pidiendo viagra, porque tienen miedo de fracasar. Otros se exceden con el alcohol y al tener que afrontar una nueva relación toman viagra. Hay estudios que hablan del temor de perder la erección ante la colocación del profi láctico en los jóvenes, entonces en vez de aprender a colocar un preservativo toman un viagra para Suplir esta ansiedad.
En esos casos es importante ayudar al joven a valorarse para que pueda expresarse sexualmente sin angustias y tensiones, que se lleve un capital que le sirva de por vida y no un bastón que lo va a usar con el riesgo de volverse dependiente.
Helien explica que “la sexualidad es algo complejo, abarca dimensiones referidas a la identidad, al rol de género, al erotismo y a la reproducción. La respuesta sexual humana es una parte de esa sexualidad, e incluye a la persona en su totalidad, respondiendo ante un estímulo erótico. Es una evolución en donde participan el cuerpo y la mente”.
Entonces, ¿por qué se reduce todo a la penetración?
A la sociedad en general y a los varones en particular les enseñaron que lo principal para satisfacer a una mujer en una relación sexual es la penetración. Muchas mujeres compran esta mentira machista y se la pasan esperando la llegada del príncipe que las despierte de su anorgasmia.
Hay un hecho científico contundente: la mayoría de las mujeres necesita estimulación clitorídea antes y/o durante la relación sexual para alcanzar el orgasmo. Eso no quita que la penetración pueda ser placentera para muchas mujeres, como cualquier otro estímulo.