Mi estimado amigo: El tema de la “refracción sexual” es una protección corporal, que impide el agotamiento por excesos que podamos cometer, y está en función directa del estímulo externo y de la motivación cerebral. Si eres de aquellos que se dejan llevar por la imaginación, y no hacen nada por controlar sus estímulos, es probable que en la primera eyaculación dejes todo allí. Si por el contrario, trabajas mentalmente para controlar tus eyaculaciones, es probable que luego de pruebas y error, puedas controlar el nivel de tus eyaculaciones, y con ello, también el nivel de ansiedad o descargas de tu equipo. Personalmente, la capacidad de recuperación, no está manejada por nuestros deseos, sino por nuestra genética recibida, pero se puede modificar, un poco, a lo largo de las experiencias personales. Te sugiero que trabajes algo que llamo personalmente…”caminar por la cornisa” esto es; tratar de llegar al borde de la eyaculación, pero no dejarse caer en el punto de “no retorno”, o sea bordear en el límite mismo de la eyaculación, pero sin caer en ella.
¿Como darse cuenta? Si prestas atención a tu cuerpo, verás que los músculos Coxigeus o aquellos que manejas las contracciones de los esfínteres anal y uretral, se van tensando cada vez mas a medida que se acercan los espasmos eyaculatorios y preparan de ese modo la tensión para la eyaculación final.
Si eres capaz de darte cuenta de esas tensiones y aflojas los mismos con una acción de relajación que imita a la acción de la defecación, podrás retrasar la eyaculación del semen, o lo que es mucho mejor, tener un orgasmo sin eyaculación, y solo emitir un par de gotas pre eyaculatorias, pero no vaciar tu bolsas seminales.
Este orgasmo sin eyaculación, te dará como resultado, la falta de refracción sexual, porque las bolsa seminales estás aún con muchisimos contenido seminal, y no habrá reflejos de refracción. El resultado de todo esto es, que al cabo de muy poco tiempo, desde algunos minutos o un poco más, podrás volver a tener las erecciones tan fuertes como al principio. y podrás copular con tanta fuerza como antes, pero habrás (si lo has hecho bien) ganado un orgasmo, casi tan fuerte como con descarga seminal. En mi caso personal lo he hecho después de muchos errores y prácticas, hasta tres veces, en algunas noches de mucha locura. Pero te advierto que, con dos veces, uno ya no quiere más, pues te deja exhausto. No es fácil, pero no es imposible, y estamos hablando de multiorgasmos en el hombre, algo poco conocido en occidente, pero que los orientales conocen muy bien y no fanfarronean. Trabaja en el control, y tendras resultados tarde o temprano, Te lo dice un varón que lo aprendió despues de los 50 años…