El Sistema Reproductor Masculino (II)
Los órganos en el siguiente gráfico están vistos por la parte posterior del cuerpo.
Tres de estos órganos pertenecen al sistema renal o urinario: la vejiga de la orina y los uréteres. Estos últimos, que aparecen cortados en la ilustración, proceden de arriba, de los riñones, trayendo la orina a su depósito: la vejiga urinaria. Estos tres órganos no formarán parte de nuestro estudio.
Muy cerca de los uréteres se ven los conductos deferentes, también cortados, que proceden de abajo, del escroto. Los conductos de las vesículas seminales se unen a los conductos deferentes en el interior de la próstata, situada debajo.
El siguiente gráfico representa un corte transversal antero posterior en la línea media del cuerpo, visto desde el lado izquierdo. Como se trata solamente de un plano, es como si fuera una lámina en la línea media del cuerpo, en la cual los órganos que están a ambos lados no pueden verse. Estos órganos serían los uréteres, los conductos deferentes y las vesículas seminales.
En este gráfico puede apreciarse cómo la uretra, que es común a ambos sistemas, el reproductor y el urinario, se origina en el lado inferior de la vejiga y, en lugar de bordear la próstata, la atraviesa completamente, extendiéndose hacia abajo, y después hacia delante, pasando por la raíz del pene y a todo lo largo de este órgano, hasta su terminación en la punta del glande.
CONDUCTOS DEFERENTES
Cada conducto deferente tiene una longitud de unas 18 pulgadas (45 centímetros) y posee una gruesa pared. Ambos se conectan con las colas de los epidídimos, ascienden por los canales inguinales hasta la superficie posterior de la vejiga de la orina, donde se cruzan con los uréteres al descender hacia la próstata y la uretra (no visible en el gráfico anterior).
La pared de los conductos deferentes está formada por tres capas. La capa media es muscular y es la más gruesa de las tres. El interior del conducto está revestido por una mucosa que, sólo en su parte inicial, presenta células con cilios.
Casi al final, los conductos deferentes se ensanchan en un corto tramo, estrechándose considerablemente en el extremo, al unirse con los conductos de las vesículas seminales.
VESÍCULAS SEMINALES
Las vesículas seminales son dos órganos lobulares de unas 2 pulgadas (5 cm) de longitud, situados en la superficie posterior de la vejiga, entre este órgano y el recto, por encima de la próstata. Por su extremo inferior, cada vesícula se estrecha formando un conducto que se une al extremo de los conductos deferentes, formando un conducto único denominado conducto eyaculador. Ambos conductos eyaculadores atraviesan la próstata, en cuyo interior se conectan con la uretra, donde vierten su contenido.
En el gráfico siguiente puede verse una vesícula seminal con claridad, como también el conducto eyaculador y su abertura en la uretra.
Al igual que ocurre con los epidídimos (el cuerpo y la cola), las vesículas seminales están constituidas básicamente por un tubo único muy enrollado sobre sí mismo, de una longitud de 4 a 6 pulgadas (10 a 15 cm), rodeado por tejido conectivo, y cuya pared está compuesta por tres capas, de las cuales conviene mencionar la media, por ser una capa muscular, y la capa de revestimiento interior, que es una mucosa secretora de una sustancia que formará parte del semen, y que proporcionará nutrición a los espermatozoides, siendo esta propiamente la función de las vesículas seminales.
PRÓSTATA
La próstata es un órgano de consistencia firme, cuya naturaleza es muscular y glandular. Su tamaño normal es el de una nuez, y está situada inmediatamente debajo de la vejiga de la orina, alrededor del comienzo de la uretra (que la atraviesa de arriba abajo) e inmediatamente delante del recto. Esta última característica permite a los médicos palpar la próstata con la simple introducción de un dedo por el ano.
La mayor divulgación sobre la próstata en el público general se debe a los trastornos que puede sufrir, el más común de los cuales es la inflamación debida a la edad, y cuyo síntoma más notable es la dificultad para orinar, al comprimir la uretra en su interior.
La próstata está cubierta por una cápsula fibrosa firmemente adherida a ella, que se continúa con el tejido fibroso (conectivo) del interior de la próstata. Por debajo de la cápsula existe una fuerte capa de tejido muscular. Otra capa de tejido muscular cubre al sector de la uretra que está en el interior de la próstata y, por último, entre ambas capas musculares se extienden haces de tejido muscular en todas direcciones formando como una malla. En los espacios de esta malla formada por tejido muscular y tejido conectivo fibroso, se encuentran los folículos de tejido glandular. Estos folículos vierten su secreción en un sistema de finos conductos que convergen hasta formar de 12 a 20 conductos que se conectan con la próstata vertiendo en ella su contenido.
La secreción prostática es un fluido lechoso de naturaleza alcalina. Fuera del orgasmo y la eyaculación, es posible forzar algo del contenido de la próstata hacia el exterior al aplicar masaje u oprimirla a través del recto. Este líquido blanco no es semen, es solamente secreción prostática.
GLÁNDULAS BULBOURETRALES O DE COWPER
De menor importancia son estas dos glándulas esféricas que tienen el tamaño apenas de un guisante o chícharo. Se encuentran por debajo de la próstata (véase el gráfico anterior) y vierten su contenido en la uretra, en el bulbo del pene (de aquí su nombre), a través de dos conductos de apenas 1 pulgada de longitud.
Estas glándulas segregan un fluido mucoso y transparente, que se produce durante el estímulo sexual. En inglés lo llaman pre-cum, y no debe confundirse con el semen. Obviamente, esta secreción no tiene posibilidad en sí de fertilizar al óvulo femenino cuando se emite con anterioridad a la eyaculación.
GLÁNDULAS URETRALES O DE LITTRÉ
Son glándulas diminutas que forman parte de la mucosa que reviste interiormente la uretra en el pene, y que producen mucus.
ORGASMO Y EYACULACIÓN
Orgasmo y eyaculación no son sinónimos. El orgasmo es la culminación o clímax en el estímulo sexual y se caracteriza por una excitación extraordinaria en la que se logra el máximo placer. El orgasmo es breve, y una vez concluido, la excitación sexual disminuye drásticamente o desaparece. La eyaculación es la emisión del semen hacia el exterior del cuerpo, que ocurre en el hombre, desde la pubertad, simultáneamente con el orgasmo.
Existe un momento en la excitación cuando sentimos que el orgasmo se aproxima, y existe un momento que consideramos como umbral que, una vez alcanzado, la eyaculación es inevitable o irreversible.
La práctica conocida en inglés como edging significa literalmente acercarse al borde, es decir, al umbral de la eyaculación, pero sin alcanzarlo. Es una manera de evitar el orgasmo, que es irreversible, y extender así el placer sexual.
El mecanismo de la eyaculación puede considerarse en dos etapas:
1) Cuando se alcanza ese umbral, simultáneamente con la más intensa sensación, se producen impulsos nerviosos conducidos por las fibras del sistema simpático hacia los epidídimos, los conductos deferentes, las vesículas seminales y la próstata. Como hemos visto anteriormente, todos estos órganos poseen una capa muscular en su estructura. La contracción de estos músculos descarga los contenidos de esos órganos, que se mezclan al moverse en dirección a la uretra, donde se unen con las secreciones de las glándulas bulbouretrales y las glándulas uretrales del pene. Simultáneamente, el esfínter de la vejiga se cierra para evitar el flujo hacia el interior de la vejiga.
2)A continuación, los impulsos nerviosos inciden en el músculo bulbocavernoso o BC (llamado a veces bulboesponjoso por algunos autores) en la raíz del pene y producen su contracción en forma rítmica (véase el siguiente gráfico). Al contraerse el músculo BC, la uretra que pasa por el interior del bulbo es comprimida y el semen es expulsado hacia el exterior en forma intermitente.
En resumen, en la primera etapa, las capas musculares de todos esos órganos mueven los productos de estos en dirección a la uretra y, en la segunda etapa, el músculo bulbocavernoso, que envuelve al bulbo del pene y a la uretra en su interior, envía la mezcla de todos esos productos, es decir, el semen, al exterior.
Por lo tanto, la intensidad en la expulsión del semen al exterior depende directamente del músculo BC y esta es una acción que puede intensificarse con la ejercitación de este músculo mediante los kegels. Una comprensión más profunda de estos conceptos puede encontrarse en los artículos - Localizando el Músculo BC y Kegels.
EL SEMEN
El semen es un líquido viscoso, de un color blanquecino no uniforme, y con un pH ligeramente alcalino. Está compuesto por espermatozoides y por las secreciones de las vesículas seminales, la próstata y, en menor proporción, de las glándulas bulbouretrales y las glándulas uretrales del pene.
El 60% del volumen del semen es debido a las vesículas seminales. Un 20% se debe a la próstata y el resto procede del fluido con que salen los espermatozoides de los epidídimos, y de las secreciones mucosas de las glándulas bulbouretrales y de las glándulas uretrales.
El volumen promedio de semen después de varios días de continencia varía entre 2.5 y 3.5 ml. Tanto el volumen de semen como el conteo de espermatozoides en él decrecen notablemente después de repetidas eyaculaciones.
Es conocido por todos que el volumen del semen también depende directamente de la intensidad de la excitación y del tiempo en que se ha mantenido.
Un dato muy interesante es que aún cuando se requiere un solo espermatozoide para fertilizar un óvulo, cada mililitro de semen contiene 100 millones de espermatozoides, y que el 50% de los hombres con una concentración de 20 a 40 millones/ml son estériles, siendo estériles todos los hombres con menos de 20 millones/ml,
Sin embargo, la esterilidad masculina no sólo puede deberse a la concentración de espermatozoides en el semen sino también a la morfología de aquellos y a su motilidad. La presencia de muchos espermatozoides morfológicamente anormales o inmóviles es también un indicio de esterilidad.
Además de los espermatozoides y del agua, que es el disolvente de todo fluido en los seres vivos, el semen contiene las siguientes sustancias:
De las vesículas seminales: fructosa, fosforilclorina, ergotioneina, ácido ascórbico y flavinas.
De la próstata: espermina, ácido cítrico, colesterol, fosfolípidos, fibrinolisina, fibrinogenasa, zinc, fosfatasa ácida y fosfato.
NOTA FINAL
“El pene es la razón de existir de Thundersplace y de las reuniones de todos nosotros los “faloculturistas” en este sitio.” Así comienza el artículo que da inicio a este trabajo.
El pene es el más importante objeto de nuestra dedicación aquí. La inmensa mayoría de todos los ejercicios y materiales ofrecidos en nuestros foros están dirigidos hacia ese órgano, casi siempre para aumentar su tamaño, aunque también existan otros intereses como mejorar la erección, corregir curvaturas y otras muchas inquietudes.
Esto no debe restar importancia a la necesidad de conocer lo que en estos dos artículos se ha expuesto. Sin embargo, las verdaderas perspectivas nuestras, que están descritas en los dos párrafos anteriores, han determinado que el pene, esa relativamente pequeña parte del cuerpo del hombre, que tanta fascinación y hasta obsesión ha causado a través de la historia, sea tratado en un artículo especial, la "Anatomía del Pene", el cual aparecerá en el futuro próximo.
Mafero
Ultima edición fue de mafero el 12-08-2006 a las .