Vamos por partes:
En ese artículo mío, refiriéndome al proceso de remodelación provocada, cité los casos más ejemplares o evidentes. Unos son los tejidos duros (huesos y dientes) y su corrección mediante aparatos. En los tejidos duros, el proceso conlleva dos fenómenos paralelos: construcción y destrucción, y ambos son realizados por dos tipos de células distintas, unas encargadas de la producción de la sustancia o materia intercelular (“inter”, entre las células, no dentro de cada una) y otras encargadas de la destrucción de esa sustancia o materia intercelular. Y el otro caso ejemplar que mencioné fue el de un tejido blando, la piel, cuando se colocan balones inflables debajo de ella para obligarla a crecer y luego poder cortar y utilizar parte de ese exceso de piel en otra parte del cuerpo.
El caso que nos ocupa aquí, el del agrandamiento del pene, no es como el caso de los huesos y dientes sino más bien como el caso de la piel (de hecho, la piel del pene crece con el PE). Lo que sí existe en común entre la remodelación de los tejidos duros y el agrandamiento del pene es que se trata de un proceso provocado por una fuerza externa aplicada con frecuencia. En el caso de huesos y dientes, esa fuerza aplicada provoca simultáneamente los dos procesos inversos: producción y destrucción de la sustancia que existe entre las células, es decir por fuera de ellas en el tejido. En el caso del PE, la fuerza aplicada provoca la multiplicación o reproducción celular, y con ello, el aumento de tamaño del órgano.
En cualquiera de esos casos mencionados arriba lo que quiero hacer notar es el factor externo, una fuerza aplicada con frecuencia, que es capaz de generar un complicado proceso de remodelación del órgano (huesos) y de crecimiento del tejido (pene). Y ese factor externo es el que enseñamos en este foro a usar para hacer crecer el pene.
Está probado que tanto si la fuerza se aplica en forma continua, es decir, sin interrupción, como el caso de la ortopedia y la ortodoncia, o en forma discontinua pero frecuente (diariamente o casi diariamente), como el caso del PE, ambos producirán los efectos descritos arriba. Por supuesto, no es igual el resultado de una fuerza continua al de una fuerza digamos una hora al día, pero los resultados son innegables en ambos casos. Incluso en el PE, hay quienes aplican la fuerza continua en el caso específico de los extensores que se colocan debajo de la ropa durante largos períodos.
Por último, una pequeña aclaración con respecto a la ortodoncia. Aún cuando lo que se logra cambiar de posición es los dientes, la remodelación ocurre en el hueso en el que están implantados los dientes, no en los dientes propiamente.
